Las personas pueden estar expuestas al asbesto de distintas maneras:
La inhalación de asbesto: la exposición principalmente proviene de la inhalación de fibras de asbesto en el aire. Puede que esto ocurra durante la minería y procesado del asbesto, así como durante la producción de productos que contengan asbesto o la instalación de material aislante con asbesto. Puede que también suceda durante la demolición o renovación de edificios viejos, o cuando se comienza a desbaratar material antiguo que contiene asbesto. En cualquiera de estas situaciones, las fibras de asbesto tienden a crear un polvo compuesto de diminutas partículas que pueden flotar en el aire.
Deglución de fibras de asbesto: las fibras del asbesto también pueden ser tragadas, lo cual puede que ocurra cuando las personas consumen alimentos o líquidos contaminados (tales como agua que fluye por tuberías de cemento de asbesto). También puede ocurrir cuando las personas tosen el asbesto que han inhalado y luego tragan su saliva.